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Pana" initiative in Brazil supports 300 Venezuelan refugees and migrants amid the COVID-19 pandemic

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Brasilia – Desde el brote de la pandemia de COVID-19, unos 355 refugiados y migrantes venezolanos – al igual que otros migrantes – han recibido el apoyo de una nueva fase de “Pana”, una iniciativa de Cáritas Brasil lanzada conjuntamente con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). En diferentes localidades brasileñas, la OIM y Cáritas están entregando alimentos, vivienda segura y elementos personales y de higiene. Los asociados están también ofreciendo asistencia para la integración socioeconómica.  

Durante los últimos dos años, Pana Brasil ha brindado su apoyo a la reubicación de refugiados y migrantes venezolanos en diferentes ciudades de Brasil. Sin embargo, debido a la pandemia, algunos aspectos de la iniciativa han sido adaptados para poder mantener la asistencia a los más vulnerables.

En meses recientes, los refugiados y migrantes varados debido a las restricciones al ingreso implementadas para combatir la propagación del coronavirus— han recibido también alimentos y alojamiento en Acre, un estado brasileño en la frontera con Perú.

Adicionalmente, las familias vulnerables afectadas por las consecuencias económicas de la emergencia sanitaria mundial se ven beneficiadas por el accionar de Pana en los estados de San Pablo, Rondônia, Santa Catarina y el Distrito Federal, en donde se puede acceder a alojamiento temporario y a asistencia en efectivo para la compra de alimentos. Dependiendo de sus ingresos y de la cantidad de miembros de la familia a la cual deben abastecer, también se les hace entrega de subsidios que oscilan entre los 130 y los 215 dólares mensuales, durante tres meses.

“Esta asistencia es esencial para cientos de personas en cada una de las ciudades en las que la iniciativa Pana está siendo implementada. Cáritas Brasil y la OIM Brasil tuvieron que ajustar el proyecto luego de la pandemia para poder apoyar a las familias directa o indirectamente afectadas por la COVID-19,” explicó Guilherme Otero, coordinador de proyecto en la OIM Brasil.  

“Con el proyecto Pana”, agregó, “también apoyamos la reintegración socioeconómica de muchas familias vulnerables”. 

El nombre del programa está inspirado en la palabra venezolana “pana”, que significa “amigo”, y que refleja el espíritu de asociación que la OIM y Cáritas buscan promover entre los refugiados y migrantes y sus comunidades de acogida.  

Con el apoyo de Pana, la venezolana Rosa H. pudo acceder a alojamiento y a asistencia financiera al inicio de la pandemia. Rosa, que actualmente reside en Brasilia con su esposo y tres hijos, se dedica a la producción de artesanías para la venta. Pero debido a las medidas de distanciamiento social, las ventas de los productos que la pareja produce se han desplomado.

“El beneficio llegó en un momento muy oportuno, cuando la pandemia comenzó y ya no pudimos trabajar más”, explicó Rosa. “El lugar que nos dieron para vivir estaba muy bien y había armonía entre todos los beneficiarios”. Rosa ahora puede alquilar un lugar para vivir por sus propios medios.

El Proyecto Pana también brinda apoyo a través de un equipo multidisciplinario que trabaja en el ámbito psicosocial y legal. Los miembros del equipo ayudan a los venezolanos, por ejemplo, a regularizar sus documentos migratorios en Brasil.

Otros mecanismos de apoyo incluyen la colocación en empleos y una guía para preparar sus hojas de vida. Con al apoyo del programa, 19 refugiados y migrantes han podido reinsertarse en el mercado laboral. Un curso de costura de tres semanas también le fue ofrecido a las mujeres en San Pablo con el objetivo de fortalecer habilidades potenciales para que las que buscaban empleo pudieran encontrarlo.

La “Casa de los Derechos” – que son los lugares que acogen a migrantes y refugiados en las ciudades en las que se está implementando actualmente la iniciativa Pana – ha brindado asistencia remota durante la pandemia.

Wemmia Santos, una asistente social que trabaja para Pana en Brasilia, considera que “el Proyecto, además del apoyo, la guía, y las garantías de asistencia, permite que estas personas puedan acceder a una dimensión de dignidad. Y ello es así porque tras haber garantizado derechos, hemos dado muchos pasos hacia la integración efectiva de los migrantes en nuestra sociedad”.

Además del Alojamiento Temporal y de la Casa de los Derechos, Pana también pudo brindar apoyo a 119 migrantes de diferentes nacionalidades, incluyendo a venezolanos, en Acre. Se encontraban en tránsito hacia Perú, pero no pudieron proseguir sus viajes debido al cierre de fronteras causado por la crisis sanitaria.

Cáritas Brasil, por medio de su red estatal, comenzó a entregar alimentos a migrantes en la frontera en julio, en especial en la ciudad de Assis.   

“Las acciones de Pana fueron de gran ayuda para los migrantes que no podían ingresar a Perú debido al cierre de fronteras por la pandemia de COVID-19. Cuando tuvimos acceso a estos recursos, esto nos permitió ofrecer tres comidas diarias para los migrantes que se encontraban en tres ciudades diferentes”, dijo Aurinete Brasil, asesora de Cáritas en la Diócesis de Rio Branco.

Esta iniciativa ha sido posible gracias al apoyo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

 

Para más información por favor contactar a Juliana Hack en la OIM Brasil, Tel: +55 61 3771 3772, Correo electrónico: jhack@iom.int