Antes de salir de Venezuela, Jonathan Javier López Hernández vivía en el Estado de Miranda. Para comprar el tiquete, vendió enceres como su televisor. Se despidió de sus padres e hijos y se marchó rumbo a Boa Vista, Brasil. Aunque no consiguió empleo, la OIM, conjuntamente con otros socios humanitarios, y con el apoyo financiero de sus donantes, le asesoraron para acceder a la documentación necesaria para regularizarse en Brasil. “Voy a establecerme en Mato Grosso con la alegría de que allá hay fuentes de trabajo y alcanzaré mi meta”, nos relató John. En su país, solía ser albañil y practicar la agricultura y cría de animales de granja como hobbie. “La constancia es lo que nos ayuda. Quiero superarme y establecerme con un buen empleo en una constructora para poder ayudar a mi familia. Me gustaría que mis tres hijos vengan a Brasil”, le contó a la OIM.

SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES