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  • Daniela Albertazzi | Media & Communications Assistant

Esta entrada se basa principalmente en un estudio de 2023 de la OIM y la Universidad de Harvard: “From Evidence to Action: Twenty years of IOM child trafficking data to inform policy and programming”.

¿Sabías que casi un tercio de las víctimas de trata identificadas en las Américas son niños y niñas

Un estudio realizado por la Organización Internacional para las Migraciones y la Universidad de Harvard revela datos sorprendentes sobre la trata de niños y niñas. Los datos muestran que los niños y niñas de entre 13 y 17 años forman el mayor grupo de víctimas infantiles, representando el 46,6% de los casos denunciados en el momento del registro de la OIM.

También resulta alarmante que el 12,6% de las víctimas fueran bebés de entre 0 y 2 años, lo que indica que algunos niños y niñas nacen en situaciones de trata. Esto pone de relieve la inquietante realidad de que la trata puede comenzar en las etapas más tempranas de la vida, perpetuando los ciclos de explotación y abuso. 

La trata de niños es un problema grave y generalizado en todo el mundo, que afecta a niños y niñas de diversos orígenes y regiones. Ninguna edad, género o nacionalidad es inmune a este delito. Esto subraya la urgente necesidad de intervenciones adaptadas a diferentes contextos y estrategias de protección integrales para los niños y niñas víctimas de la trata. 

¿Cómo se produce? 

Las vulnerabilidades interrelacionadas, como los factores individuales, relacionales, comunitarios y sociales, aumentan significativamente el riesgo de trata, creando un efecto acumulativo que aumenta la susceptibilidad de los niños y niñas a la explotación. Los traficantes emplean diversos medios de control sobre las víctimas infantiles, principalmente el maltrato psicológico y físico y las amenazas. Estos métodos de coacción son especialmente eficaces contra los niños y niñas, haciéndolos más vulnerables a la manipulación y la explotación.

La dinámica familiar también desempeña un papel crucial en la trata de niños y niñas, ya que más de la mitad de las víctimas declaran que amigos y familiares participaron en su captación para la trata. En muchos casos, la pobreza extrema y las dificultades económicas empujan a las familias a formar parte del proceso de trata de forma involuntaria o deliberada. Esto subraya la importancia de abordar las causas profundas de la trata, como la pobreza y la falta de educación, para evitar que los niños y niñas se conviertan en víctimas en primer lugar.

Al mismo tiempo, la separación familiar y el hecho de que los padres o cuidadores caigan en la trata son también enormes factores de riesgo. Por eso la reunificación familiar es esencial para evitar que los niños y niñas caigan en la trata. 

En cuanto a las razones por las que los niños y niñas se vuelven víctimas de la trata, los datos muestran que el 43,4% de las víctimas infantiles fueron víctimas de la trata para trabajos forzados, el 20,8% para explotación sexual y un número menor tanto para trabajos forzados como para explotación sexual.

La trata de niños y niñas para trabajos forzados es un problema generalizado, que afecta especialmente a regiones como el Sudeste Asiático, el Pacífico, el África subsahariana y América Latina y el Caribe. En estas regiones, la mayoría de las víctimas infantiles identificadas son víctimas de la trata con fines de trabajo forzoso, lo que pone de relieve la necesidad de intervenciones específicas según el contexto para combatir esta forma de explotación. 

¿Qué se necesita para combatir la trata de niños y niñas? 

Los esfuerzos para combatir la trata de niños deben dar prioridad a las acciones basadas en evidencia que aborden los factores impulsores y las vulnerabilidades específicas en diferentes contextos. Las medidas preventivas deben centrarse en aumentar la resiliencia, reducir la vulnerabilidad y concienciar sobre los peligros y las señales de la trata.

Algunas consideraciones importantes son: 

  • Los niveles educativos más bajos se asociaron con mayores probabilidades de ser víctima de trata en la infancia. Las víctimas sin estudios tenían 22,76 veces más probabilidades de ser víctimas de trata en su infancia que las víctimas con estudios secundarios. Por ello, los Estados deben garantizar la educación de todos los niños, niñas y adolescentes, independientemente de su origen o estatus migratorio. 
  • Las probabilidades de ser víctima de trata siendo niño eran 5,57 veces mayores si se procedía de un país de renta baja que si se procedía de un país de renta alta. Los Estados y las organizaciones deben colaborar para reducir la desigualdad invirtiendo más en sanidad, educación, protección social y empleos dignos. 
  • Las personas procedentes de países con mayor riesgo de catástrofes y vulnerabilidad al cambio climático tenían 1,12 veces más probabilidades de ser víctimas de trata cuando eran niños que cuando eran adultos. Por ello, es fundamental invertir en la reducción del riesgo de catástrofes, la adaptación al cambio climático y medidas de sostenibilidad ambiental. 

Para combatir eficazmente la trata de niños y niñas, es esencial reforzar las alianzas y la coordinación a todos los niveles. Esto incluye la colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil y comunidades locales.

Garantizar que ningún niño o niña se quede atrás exige una respuesta integral y coordinada que aborde la compleja interacción de los factores que contribuyen a la trata. Defender los derechos de los niños víctimas y proporcionarles protección y apoyo adaptados son pasos cruciales en este esfuerzo colectivo por erradicar la trata infantil en todo el mundo. 

Todos los niños y niñas merecen la oportunidad de ser felices, aprender, crecer y prosperar. 

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